En la sesión plenaria del 16 de enero, los diputados apoyaron por unanimidad declaración DG en relación con la iniciativa de desmantelar el monumento al soldado Libertador soviético "Alesha" en la ciudad de Plovdiv (Bulgaria).
"Que este llamamiento esté sobre la mesa de cada parlamento nacional, de cada diputado municipal de Plovdiv. Y si deciden dar ese paso, deben comprender las consecuencias que conlleva. Nunca les perdonaremos esto, porque esto no concierne a nosotros, los que vivimos hoy, sino a aquellos que murieron y no pueden hablar por sí mismos, no pueden defenderse, pero gracias a ellos hoy existe Bulgaria", declaró el Jefe de la Duma Estatal Vyacheslav Volodin
Volodin
Vyacheslav Viktorovich
durante la discusión en la sesión plenaria.
Recordó que Bulgaria formaba parte de los países de la coalición de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. "Hoy, los nuevos fascistas, los nuevos nazis que llegaron al poder, por supuesto, no sólo quieren reescribir la historia, sino también eliminar todos los monumentos que recuerdan la época en que los fascistas estaban en el poder en Bulgaria", subrayó Vyacheslav Volodin.
"La iniciativa bárbara, en caso de ser respaldada por el consejo municipal de Plovdiv, será una vergüenza imborrable tanto para los propios iniciadores como para el poder legislativo y ejecutivo de la ciudad, demostrando claramente la inadecuación y miopía política de las autoridades de Plovdiv", señalaron en la Duma Estatal.
Los diputados recordaron que el prototipo del monumento "Alyosha", erigido por iniciativa del pueblo búlgaro, fue el soldado del Ejército Rojo Alexey Ivanovich Skurlatov, caballero de dos Órdenes de la Estrella Roja, natural de Altai, que en 1944 participó en el restablecimiento de la comunicación telefónica entre Sofía y Plovdiv. En agosto de 1982, Alexey Skurlatov fue recibido en Plovdiv con grandes honores como héroe nacional y se le concedió el título de ciudadano honorario de la ciudad.
°La bárbara guerra desatada en Occidente contra los monumentos de la época soviética es, en esencia, un testimonio de la debilidad y la impotencia de las actuales llamadas élites occidentales, que demuestran regularmente una incompetencia total e ineptitud en la resolución de cuestiones clave en la agenda nacional e internacional", dice el documento.