"En vísperas del 25º aniversario de la agresión de los estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra la República Federativa de Yugoslavia, las cámaras de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia señalan la necesidad de hacer una evaluación justa de esta flagrante violación del derecho internacional, que condujo a la desestabilización del trabajo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, tuvo un impacto negativo en las relaciones entre los estados europeos.
Las Cámaras de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia expresan su profunda preocupación por los actuales intentos del Occidente colectivo de presentar el acto de agresión contra la República Federativa de Yugoslavia ante la comunidad internacional como una operación de mantenimiento de la paz, de enviar a las víctimas de los bombardeos de la OTAN a olvido y echar la culpa a los serbios por desencadenar las guerras en los Balcanes.
En el período de marzo a junio de 1999, como resultado de los brutales ataques con misiles y bombas perpetrados por las fuerzas armadas de los estados miembros de la OTAN contra infraestructuras civiles, incluidas instalaciones de transporte y energía, así como contra empresas industriales, más de dos mil civiles de Yugoslavia, incluidas decenas de niños, fueron asesinados. 2.300 misiles de crucero y 14.000 bombas cayeron sobre un pequeño estado soberano en el centro de Europa.
Las tropas de los estados miembros de la OTAN utilizaron de forma masiva las municiones
de uranio empobrecido, lo que causó daños irreparables al medio ambiente y provocó un aumento del número de enfermedades oncológicas en la región. Aún no se puede evaluar la magnitud del desastre medioambiental.
La impunidad de los ataques de la OTAN contra Yugoslavia creó las condiciones previas para nuevas acciones militares en todo el mundo con la excusa de las declaraciones sobre la lucha "por los valores de la libertad y la democracia". La convicción del Occidente colectivo en su impecabilidad y su derecho a decidir el destino de otros pueblos y estados condujo al surgimiento del régimen neonazi en Ucrania que, tras el golpe de 2014, marcó el rumbo para implementar una política de genocidio contra la población rusa y desencadenamiento de un conflicto armado en el territorio de este país.
Las Cámaras de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia hacen un llamamiento a las Naciones Unidas, a las organizaciones parlamentarias internacionales y a los parlamentos de países extranjeros para que condenen la operación militar de los países de la OTAN contra Yugoslavia y contrarresten los intentos de distorsionar la verdad histórica sobre los acontecimientos trágicos de 1999 en interés del Occidente colectivo, y tomar medidas para cargar los estados miembros de las Organizaciones del Tratado del Atlántico Norte con la responsabilidad jurídica internacional por la agresión contra la República Federal de Yugoslavia".